En su mayoría son ideas o imaginaciones que ponen en juego nuestra creatividad sexual, sugieren todas aquellas representaciones mentales creadas en el ámbito de lo inconsciente que tienen como tema principal las relaciones sexuales.

Es más, según revelan las estadísticas, 9 de cada 10 personas acostumbran a fantasear de un modo habitual. La fantasía sexual se empieza a despertar en la pubertad y están muy relacionadas con el desarrollo sexual de cada persona, nos acompaña el resto de nuestra vida, con las experiencias que se van viviendo, la cultura y las informaciones que se van recabando con respecto a la sexualidad. Esta nos permite escapar de la realidad, cumplir ciertos deseos en nuestra mente, que en oportunidades quedan allí y otras veces queremos hacerlas realidad.

Las fantasías pueden ser muy intensas e idealizadas ya que se producen de forma voluntaria o involuntaria en nuestra mente, ya sea evocando algo que vivimos o algo que creamos en nuestra mente que nos provoca excitación. Y no tiene por qué incluir solo imágenes, sino también elementos sensoriales de tacto, olfato, oído, de temperatura. Las fantasías pertenecen a nuestra intimidad, y no todo ha de ser compartido, en la imaginación erótica no hay restricciones, la capacidad de fantasear es muy saludable.

Según un estudio con 1.500 adultos (mitad mujeres y mitad hombres), más del 80% de las personas, siendo más común entre los hombres, fantasean con otras personas distintas a su pareja, a la mayoría de los hombres les encantaría que sus fantasías se hiciesen realidad, mientras que la mayoría de las mujeres prefieren que esas escenas se queden en su mente.

Aquí recopilamos algunas fantasías que nos han querido contar, sin tapujos, unos hombres encuestados:

1. Germán (46 años, bombero): «Siempre tengo la misma fantasía: hacer un trío con dos mujeres. La idea de tener a dos mujeres para mí solo me excita bastante».

2. Daniel (25 años, estudiante): «Me excita mucho el sexo virtual. Me imagino a dos chicas grabándose y haciendo cosas entre ellas, sólo para mí».

3. Julio (23 años, estudiante y dependiente): «Mi fantasía es hacer un trío con una mujer y un amigo. Siempre he pensado que podríamos pasarlo muy bien. Me gusta la idea de ser dos hombres dando placer a la misma mujer a la vez».

4. Álex (22 años, estudiante): «Me encantaría ser el protagonista real de un vídeo de esos que están en un taller o auto lavado, en el que las modelos se tiran por encima agua y jabón, y les resbala por los pechos, el vientre… Me encantaría…».

5. Carlos (23 años, estudiante): «Acostarme con una mujer madura, entre 35-45 años, pero que tenga un cuerpo de una de 25. A ser posible con buenos pechos».

En conclusión, tener un imaginario erótico rico puede ser clave para tener una vida sexual satisfactoria, tener espacios para fantasear nos ayuda a no relegar la sexualidad para lo último en nuestra lista de prioridades. Fantasear nos permite dedicarle espacio a la sexualidad y potenciar la creatividad. En Kineshub nos caracterizamos por ser una vía efectiva que dará lugar a las fantasías más deseadas que tengas, para que no solo se queden en tu mente, sino para que las hagas realidad.

 

Mujer con fantasías sexuales

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